En el mundo de la fiabilidad industrial y el mantenimiento predictivo (PdM), las palabras que usamos reflejan cómo entendemos la innovación y los resultados. Una expresión que está evolucionando —con buen motivo— es el paso de “prueba de concepto” (PoC) a “prueba de valor” (PoV). El debate sobre la PoC ya está resuelto: el mantenimiento predictivo funciona.
En I-care, este cambio no es solo semántico — se trata de centrarnos en lo que realmente importa a nuestros clientes. Las empresas que invierten en soluciones PdM esperan resultados de negocio medibles y sostenibles. Eso es exactamente lo que entrega I-care.
Tradicionalmente, una PoC se enfocaba en comprobar si una tecnología funcionaba en teoría. Pero ya sabemos que las soluciones de I-care funcionan. Ahora, el objetivo es mostrar que generan valor real — y lo hacen rápidamente.
La prueba de valor demuestra resultados, no solo posibilidades
El mantenimiento predictivo es un gran ejemplo de la diferencia entre prueba de valor y prueba de concepto.
Cuando implementamos soluciones PdM con nuestros clientes, en I-care buscamos generar valor desde el primer momento. Incluso si una planta está en una etapa inicial o en modo reactivo, el PdM ayuda a priorizar acciones basadas en datos en tiempo real. Esto permite tomar mejores decisiones y eliminar tareas innecesarias.
Los beneficios del mantenimiento predictivo son indiscutibles. Pasar de un modelo reactivo a uno predictivo permite evitar riesgos de seguridad, reducir paradas imprevistas y extender la vida útil de los equipos.
I-care demuestra cómo el PdM mejora inmediatamente indicadores clave como disponibilidad, gestión de repuestos y precisión en la planificación. Atacar estos KPI es una vía probada para aumentar la fiabilidad y la rentabilidad.
Valor basado en datos en menos de un año
Los clientes industriales quieren ver resultados — y los quieren rápido. En I-care, nos esforzamos por generar un retorno tangible en menos de un año. Aunque el tiempo hasta lograr ese valor depende del punto de partida de cada empresa (por ejemplo, si es reactiva o preventiva) y del sector en el que opera.
En industrias como la farmacéutica, el camino hacia un retorno visible es más corto. Si I-care detecta solo dos fallos y evita dos horas de parada, el ROI es altísimo, debido al coste de producción. En cambio, en la industria alimentaria el enfoque es distinto. En este sector se asume cierto nivel de desperdicio, por lo que las soluciones PdM deben detectar más defectos y evitar más tiempo de inactividad para justificar la inversión.
La buena noticia es que los beneficios del PdM se acumulan con el tiempo. A medida que se recolectan más datos, la tecnología se vuelve más inteligente. Pero ese valor a largo plazo solo se logra cuando el proveedor sabe convertir los datos en recomendaciones estratégicas e información accionable.
Una ventaja competitiva basada en el valor
El cambio hacia la prueba de valor refleja el compromiso de I-care con una visión centrada en el cliente. Las empresas ya no pueden permitirse el lujo de “probar conceptos”. Si van a invertir en hardware y software PdM, necesitan ver con claridad el retorno.
Y eso es exactamente lo que ofrece el mantenimiento predictivo, cuando se implementa con el socio adecuado. En I-care, no solo demostramos que el PdM funciona — demostramos que puede funcionar para tu negocio, entregando valor directo y medible.
Artículo redactado por Maxime Limbourg, VP Marketing, I-care Group