En la carrera por adoptar el mantenimiento predictivo (PdM), muchas empresas centran sus esfuerzos en la integración de sistemas, sensores y captura de datos relevantes. Sin embargo, muchos líderes se sorprenden al descubrir que el principal obstáculo para la PdM son sus propios empleados.
Contar con las herramientas y tecnologías adecuadas es esencial, pero las mentalidades obsoletas pueden impedir que las organizaciones liberen todo el potencial de sus procesos de PdM, incluso si equipan sus instalaciones con la última tecnología.
Pasar de un modelo de mantenimiento tradicional a uno predictivo lo cambia todo.
Lo que antes era un mundo cerrado —donde el mismo técnico recorría la misma ruta con las mismas herramientas— ahora es un entorno colaborativo. La PdM involucra a IT, analistas de datos, compras e incluso a la dirección ejecutiva. Este cambio tiene grandes implicaciones para su equipo.
El lado humano del mantenimiento predictivo
Los sistemas heredados no son el verdadero problema; lo son las organizaciones ancladas en el pasado.
Las personas, los procesos y los silos tradicionales que no se adaptan al ritmo de la tecnología pueden frenar a su empresa. El mecánico experimentado, que ha pasado décadas recorriendo la planta, ahora debe sentarse a la mesa con especialistas de IT. Los ingenieros deben coordinarse con compras para asegurar la compatibilidad de los sensores.
De repente, todos los que estaban acostumbrados a trabajar en su propio ámbito deben colaborar. La PdM combina datos, estrategia y operaciones, pero también puede ralentizar la implementación porque la gente duda de su papel y se siente incómoda con el cambio.
Por eso, es fundamental involucrar a su equipo desde el inicio de la iniciativa PdM. Hable con ellos sobre lo que está ocurriendo y por qué. Debe generar confianza y abordar sus inquietudes de manera directa.
Cuando los datos salen de la planta
Uno de los cambios más disruptivos tiene que ver con dónde residen los datos. Tradicionalmente, los conocimientos de mantenimiento existían en la mente de los operarios —al fin y al cabo, ellos conocen cómo debería funcionar y sonar cada máquina, incluso los chasquidos y zumbidos más característicos.
Pero en el mundo de la PdM, los datos deben salir de la planta. Se cargan en plataformas en la nube y son analizados por personas que tal vez nunca hayan puesto un pie en la fábrica. Para algunos miembros del equipo de mantenimiento, este cambio puede resultar difícil de aceptar: sienten que están perdiendo la propiedad de sus equipos y de sus rutas.
¿Qué viene para la PdM?
El mantenimiento predictivo se está convirtiendo en el estándar de referencia para las organizaciones industriales. Los rápidos avances de la IA y el machine learning lo hacen cada vez más eficaz en la detección de anomalías y en la provisión de diagnósticos.
Y cuanto más autónicas se vuelven estas herramientas, más importante se hace el factor humano. El futuro de la PdM es híbrido: estará compuesto por máquinas inteligentes y personas empoderadas.
Cómo puede dar el salto su organización
Si su equipo está iniciando su camino hacia la PdM, no se centre únicamente en la preparación tecnológica. Concéntrese también en la preparación de las personas.
Y si no sabe por dónde empezar, I-care puede ayudarle. Nuestros expertos utilizan un enfoque holístico que transforma la cultura de la empresa, empoderando a sus equipos con tecnología de vanguardia y mejores prácticas comprobadas.
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